Desde enero, tanto las importaciones como las exportaciones de proteína animal han sufrido cambios, ya sea en su tonelaje o precio, en algunos casos deteniéndose por completo por las medidas de contingencia contra el Covid-19.
Si bien los sectores pecuarios de diferentes países han asegurado que pese a la contingencia mundial que supone el Covid-19 (coronavirus), la producción y suministro de alimentos continuará de manera normal, el comercio internacional se ha visto afectado ante el cierre de rutas comerciales, esto como medida para evitar la propagación de la enfermedad.
Uno de los primeros ejemplos fue China, donde comenzó la pandemia. A finales de febrero, exportadores de cárnicos en Estados Unidos expresaron que tanto sus cargamentos como los de otros países se encontraban varados en los puertos a causa de la clausura de estos.
Por otro lado, está Brasil, donde según información interna las empresas BRF y JBS sufrieron caídas considerables en sus acciones a causa de la disminución en la demanda principalmente del país asiático. En el caso de la última empresa, la reducción fue de 50% en enero.
Si bien los embarques de carne de cerdo bajaron su precio durante el primer mes del año, el tonelaje se ha mantenido hasta marzo, experimentando una estabilización gracias a las medidas de contención contra el Covid-19 implementadas en el sector cárnico.
En México las exportaciones han presentado una tendencia alcista pese al virus, que, sin embargo, ha provocado —en conjunto con el aumento de los envíos cárnicos de EE. UU. hacia China— que el precio se redujera durante el primer bimestre del año.
No obstante, en enero, desde la Organización de Porcicultores del País (OPORPA), comentaron que México contaba con el potencial para incrementar la comercialización, tan solo hacia la nación asiática, por el orden de 100%, alcanzando las 60,000 toneladas este año.
En Argentina, por ejemplo, se reportó que en enero sus contenedores de carne de cerdo al extranjero subieron 51.2%, no obstante, en febrero y de acuerdo con Bloomberg, los exportadores locales expresaron que los envíos hacia China estaban detenidos casi en su totalidad a causa de su logística portuaria para hacer frente al Covid-19.
Respecto a la carne de res, durante enero y a causa de la enfermedad, estos envíos sufrieron una caída de 30%.
Actualmente es el único país en Latinoamérica en declarar una cuarentena total, lo que podría representar un impacto negativo en el consumo doméstico de la proteína porcina.
En lo que a Colombia respecta, desde su Asociación de Porcicultores informaron que la producción de carne de cerdo podría mantenerse sin interrupciones durante la contingencia, sin embargo, para garantizar el suministro pidieron a su gobierno eliminar los aranceles a las importaciones de maíz para alimentar a los animales, pues esto disminuiría el costo para ellos.